Museo Museo de Palencia
Inventario 1987/7/EN/1
Clasificación Genérica Glíptica
Objeto/Documento Entalle
Materia/Soporte Nicolo
Ágata
Técnica Tallado
Dimensiones Altura = 14,50 mm; Anchura = 11,70 mm; Grosor = 3 mm
Descripción Entalle azul ovalado con representación del mito de Leda y el cisne.
La escena está grabada en la parte superior de la piedra, resáltandose la figura por el color más oscuro de la parte inferior de la misma.
Leda aparece de pie, vestida con túnica corta, portando a Zeus cisne en su mano izquierda mientras que con la derecha sujeta el manto con el que, según la leyenda, protegió al cisne del águila que lo perseguía.
Datación 301=500
Contexto Cultural/Estilo Romana - Hispanorromana
Uso/función Adorno
Lugar de Procedencia Quintanilla de la Cueza
Lugar Específico/Yacimiento La Tejada
Clasificación Razonada La glíptica es el arte de grabar piedras duras. Los orígenes de la glíptica se remontan al séptimo milenio antes de Cristo cuando en Babilonia se grabaron los primeros temas sencillos en piedras para ser usados como amuletos. La glíptica abarca dos técnicas distintas: el entalle y el camafeo.
Aunque es muy frecuente el uso de estos entalles en anillos, cuya posesión constituía en la sociedad romana un privilegio que distinguía a los hombres libres de los esclavos, también eran usados como amuletos, sellos o para decorar objetos diversos. En este caso el entalle está suelto, no sabemos si formó parte del chatón de un anillo, aunque creemos que lo más probable es que así fuera. La posesión de un anillo y, mucho más, el derecho a poseerlo, significaba en la sociedad romana algo trascendental, un privilegio que distinguía a los hombres libres de los esclavos. En un principio los anillos eran lisos pero progresivamente se fueron adornando con piedras preciosas. Durante la República llevaban tan solo uno en el dedo anular de la mano izquierda, y no como adorno sino como sello personal que estampaban en los documentos a los que deseaban imprimir un carácter legal. La mayoría eran hechos de hierro, excepto los de los patricios o los de los senadores que eran de oro. La costumbre inicial de llevar un solo anillo fue sustituida en el Imperio por un cierto exhibicionismo masculino que se traducía en manos cargadas de sortijas de todo tipo.
El grabado de las gemas en época romana era llevado a cabo principalmente en la manufactura de joyas, en anillos sobre todo. Pero los entalles no se usaban solo en joyas. Las piedras grabadas eran usadas, además de cómo sello o joya, como amuleto. Como amuleto protegían a su dueño de males y enfermedades, y era depositado en la tumba para que le protegiese también después de la muerte. Otro uso era la decoración, formando parte de espadas, vasijas, cofres, estatuas, mobiliario y otros objetos.
Las técnicas de grabados son bien conocidas tanto por los textos y documentos antiguos como por la observación directa del grabado. En el primer caso contamos con referencias de escritores antiguos y con representaciones de instrumentos y personas trabajando. Los instrumentos que se usaban eran: el arco, el torno y brocas y buriles de formas diversas. En época romana el instrumento principal es un torno con eje horizontal, manejado con el pie, sobre el que se aplican diversas brocas pequeñas de hierro o cobre, de diversa forma y grosor. Primero se cortaba la gema, se dibujaba el tema a representar con un lápiz de metal. Luego el grabador va moviendo la gema con la mano sobre el soporte fijo, y esto requiere gran precisión. Los extremos de las brocas se untaban con polvo abrasivo, como el corindón de Naxos, el polvo de diamante o esmeril, mezclado con aceite, con lo que se refrigeraba y, al mismo tiempo se hacía más rugoso el extremo de la broca o buril. Para pulir se usaba la madera, el cuero u otro material blando, junto con agua y pastas especiales. Había varios tipos de buriles, redondeado, discoidal, de bolita. El entalle de un anillo alojaba una figura grabada que identificaba a su propietario. Junto al contenido artístico, esta figura grabada tenía también una profunda carga simbólica, que se mantiene vigente hasta nuestros días. Las representaciones de las divinidades eran las preferidas.
El nicolo es una variedad del ágata en la que se superpone una capa de color blanco azulado sobre un jaspe azul oscuro casi negro. Esta piedra solía tallarse de tal forma que, cortando el borde superior de manera muy acusada, resultada un aro oscuro como enmarque de la capa superior que aparecía resaltada. Es una forma de talla pensada para sacarle un partido especial a las dos capas de la piedra. El nombre nicolo no existe realmente en mineralogía, pero se ha difundido en la bibliografía arqueológica para referirse a un tipo particular de piedra, tallado de la forma descrita.
Respecto al tema representado, según el relato mitológico, un día, cuando Leda se bañaba en un estanque, se le acercó un cisne de resplandeciente blancura, metamorfosis que había adoptado Zeus para seducir a la joven sin despertar sospechas. Esa misma noche la princesa etolia se unió a su esposo, y a su tiempo nacieron Pólux y Helena, Castor y Clitemnestra.
La musivaria romana ha proporcionado varios ejemplos del mito que se pueden dividir en tres grandes grupos. Una serie con la primera fase de la leyenda que sería el encuentro de Leda y Júpiter metamorfoseado en cisne, otra en las que se representa abiertamente el momento de la unión, y una tercera serie con la representación del huevo de Helena. Del primer episodio de la leyenda o el encuentro de ambos personajes, existen diferentes versiones iconográficas y en ninguna de ellas se muestra al águila que persigue al cisne.
En la misma villa romana de La Tejada, de Quintanilla de la Cueza, donde se halló este entalle existe un mosaico donde se representa el mito de Leda y el cisne. Por desgracia, solo se conserva la parte superior de la composición, en la que se puede apreciar las cabezas de Leda y de Zeus cisne además de parte de las alas de este último.
Bibliografía DEL AMO Y DE LA HERA, Mariano; PÉREZ RODRIGUEZ, F.J.. Guía del Museo de Palencia. Villasur Escudero, Begoña(Col); Colín Vinuesa, Celestino(Col). 2006. Pag 82.

DEL AMO Y DE LA HERA, Mariano; PÉREZ RODRIGUEZ, F.J.; COLÍN VINUESA, Celestino. Museo de Palencia. Revista de arqueología. Madrid (m): 1998, pp. 59.
Catalogación Frías Alonso, Laura
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